viernes, 4 de mayo de 2012
TRIBUTO A UNA MADRE
¿Qué es una madre? La respuesta es simple y a la vez compleja. Si la vemos, sabemos
reconocerlas…pero describirlas es otra cosa. Una madre es muchas cosas a la vez.
Es esa maravillosa criatura cuyo amor no conoce límites. Su amor nunca titubea, jamás
cambia, ni se disipa. Ella es tal vez la más rara de las criaturas de Dios, pues es la más
leal de todas. En la tierra todos nos pueden abandonar, pero nuestras madres siempre
permanecen fieles a nuestro lado.
Desde el primer día en que se vuelve madre, ya tiene un extraño destino. Su trabajo no
es de ocho horas al día o de cinco días a la semana; ella la ha dado un nuevo significado
a la frase “tiempo completo”, pues su dedicación requiere la totalidad de su tiempo. En
el trabajo de madre, ella no tiene beneficios de empleada o vacaciones. El suyo es un
trabajo de veinticuatro horas al día, siete días a la semana, llenos de quehaceres y crisis.
Sus nervios están hechos de acero y su fortaleza física es casi superhumana.
Ella es una especialista y una “hazlo todo” a la vez. Es una cuidadora de niños, es
lavadora y planchadora, sabe de cocina y de enfermería, es una empleada sin sueldo a
cargo de la limpieza y el mantenimiento de la casa, es chofer, consejera, maestra y
muchas cosas más. Dios la ha dotado con la habilidad de saberlo todo: me refiero a
cuando reír o llorar o cuando ser tierna o ser firme.
Una madre sabe como lidiar con todo tipo de situaciones: la primera fiebre, el gozo del
primer paso y el dolor de la primera caída, el trauma de la primera vacuna, el primer día
de la escuela, la primera cita romántica, el primer corazón roto. Ella es una maestra
lidiando con las preocupaciones de las llegadas tardes a casa, los accidentes, los
conflictos con otros. La oración es su eterna compañera. El consejo o la reprensión son
sus dos herramientas.
Después de todo lo dicho y hecho, una madre es una mujer solitaria, cuando sus hijos
son adultos y se han marchado. Cuando su vida ha cambiado y ahora es finalmente
libre, extrañamente se siente triste. Aun así continua preocupándose de sus hijos
adultos; donde ellos están y cómo les va en la vida. Ella continua convencida que sus
hijos, a pesar de la distancia, aún la aman, que la continúan necesitando tanto como
antes. Aunque es realista, todavía le parece escuchar en aquella casa grande y vacía, el
eco de aquellos pequeños pies que un día la pisaron.
Ella es la única persona que esperamos que esté presente cuando la necesitemos, a pesar
de que sabemos que un día no estará ahí. Ella es aquella preciosa memoria de la niñez,
aquella tierna guía de la adolescencia, el apoyo sublime que necesitamos en los días dela edad adulta, el manantial de fe del que nosotros hemos tomado para enfrentar la vida.
Ella es, sin duda, esa persona especial e inolvidable que convirtió una casa en un hogar.
ESPERO QUE OS GUSTE A TODAS PUES ES ESO Y NO HAY MAS......O SEGURAMENTE SI QUE LO HAY................... PERO FALTA POR DESCRIBIR
salu2 para tod@s
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1 comentario:
No se si esto lo habrá escrito un hombre o una mujer pero nunca había leído nada tan bonito, tan emotivo y tan acertado sobre lo que significa ser MADRE,ya que es un sentimiento tan fuerte que hasta a nosotras nos cuesta explicarlo con palabras, los hijos son el motor de nuestra vida, nada nos duele más que su dolor y nada nos alegra más en la vida que sus logros y sus alegrias, por eso cuando nos convertimos en madres nos damos cuenta y valoramos muchísimo más lo que nuestras madres han hecho por nosotras.
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